Los relés con contactos de acción positiva generan pérdidas de potencia significativamente menores que los relés semiconductores y, por tanto, no tienen que estar equipados con disipadores de calor. A diferencia de los relés de semiconductores, los relés de seguridad electromecánicos también son muy resistentes a los picos de tensión y sobrecorriente. Otra ventaja es el diseño relativamente simple de los relés de seguridad que facilita a los usuarios la detección de los fallos y sus efectos.
Los relés semiconductores, a su vez, presentan algunas ventajas frente a los relés de seguridad electromecánicos. Por ejemplo, están sujetos a un menor desgaste porque no contienen ninguna pieza móvil. Además, los relés semiconductores se construyen de forma más compacta que los relés electromecánicos con contactos de acción positiva.
Por lo tanto, cada tipo de relé cuenta con unas ventajas y desventajas muy específicas, lo que significa que los relés de seguridad electromecánicos y los relés semiconductores se complementan muy bien. Por esta razón, ambas opciones de relés se utilizan conjuntamente en muchas aplicaciones.
